Hace unos días os hablábamos de la subasta que se estaba a punto de celebrar en ArtCurial (París), en la que dentro de una extensa colección de objetos relacionados con "el universo creado por Hergé, destacaba un original de la portada de Tintín en América, unos de los 5 que Hergé dibujó y coloreço personalmente, que finalmente pasó de manos de un particular a otro por la impresionante suma de 1.338.509 €.
Se trata de un dibujo que Hergé hizo para la primera edición de Tintín en América, publicada inicialmente por Petit Vingtième, y es una de las dos originales que quedan en poder de coleccionistas particulares.
Artículo completo original: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/02/actualidad/1338657377_719155.html
Por otra parte, nuestros amigos de Can Tonet, Enric y Mª Carmen, asistieron a la subasta celebrada en París y nos han explicado como fue la experiencia.
Lo primero que destacan es que los precios de salida de la mayoría de artículos eran bastante asequibles, pero era una estrategia para caldear el ambiente y parece que lo consiguieron, ya que algunas piezas que partían de 50-100€ se disparaban rápidamente a 600-800€ + taxas e impuestos.
Uno de tantos ejemplos que llama la atención és la figura de resina "Tintín llevando los álbumes" (de sus aventuras). De esta figura se han hecho dos ediciones en 2009 y en 2011, de 1.500 ejemplares cada una, que se acostumbran a vender en unos 10 días. La que se subastó era de la edición 2009, el precio de salida era de 120-180€ y ¡se vendió por 695€!
También nos cuentan que tuvieron el privilegio de asistir al momento estelar de la jornada: la puja por el original que encabeza este post.
El artículo salió con un precio de 500.000€ (inferior al que se había pagado por él en 2008) e iba subiendo de 50.000€ en 50.000€ entre dos pujantes telefónicos, hasta que llegaron a los 900.000€ y apareció un tercer interesado que ¡estaba en la sala!
¿Podéis imaginar la sorpresa que debió ser para todos los presentes?
Por lo visto docenas de móviles salieron de bolsos y bolsillos con la clara intención de inmortalizar ese intensísimo momento.
Poco después uno de los pujantes telefónicos se retiró. Ya sólo quedaban dos y el suspense del momento iba in crescendo con los silencios para reflexionar proporcionados por Monsieur Tajan (amo de la maza adjudicadora de piezas).
Finalmente, el pujante telefónico decidió retirarse, dando paso a un ruidoso aplauso que la sala ofreció a ese señor bien vestido que se quedó con la pieza tan cotizada.
¡Qué gran momento! Y cuántos de nosotros desearíamos haber estado allí para vivirlo y poderlo contar, ahora y siempre.
Gracias Enric y Mª Carmen por compartir con nosotros vuestra experiencia.
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