Más de 40 años después de la publicación de sus últimos álbumes, no hay ninguna duda de que Las aventuras de Tintín siguen siendo fantásticas lecturas para "niños" de todas las edades, especialmente de 7 a 77 años.
Te lo contamos a partir de las conclusiones de una tertulia en el programa Grand bien vous fasse, con el escritor Sven Ortoli, escritor y editor jefe del Hors-Série Tintin et le Trésor de la Philosophie; el filósofo Martin Legros; y el psiquiatra y autor de numerosos libros sobre Tintín, Serge Tisseron.
¿Es Tintín más que el placer de leer?
Cuando leemos Las aventuras de Tintín es fácil sentir "la llamada de un mundo por descubrir" y mientras uno se adentra en la lectura, todo transcurre con un humor muy particular. Tintín es un personaje bastante riguroso, no hace nunca bromas y se toma muy en serio su papel en el mundo. Pero esta seriedad queda compensada por el contrapunto de los personajes que le rodean, quienes, sin apartarse apenas de aquello que se supone deben estar haciendo, tienen la capacidad de arrancar sonrisas y carcajadas al lector. [M. Legros]
Y el propio Tintín compensa también su seriedad con sus valores, como la amistad y la ética; él siempre acude en ayuda de sus amigos, anteponiendo su salvación. [S. Ortoli]
El deber es también un valor importante en cada una de sus aventuras, normalmente personalizado por Dupond y Dupont, quienes no dudan en arrestar un familiar o amigo para cumplir con su deber. [S. Tisseron].
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Tintín y Haddock salvan a Tchang en Tintín en el Tíbet |
¿Libros en los que todos podemos identificarnos?
Tintín nos prepara para la vida y el caos que ésta puede llegar a ser. No importa si está respondiendo a la llamada de socorro de sus amigos, si emprende la búsqueda de un tesoro o simplemente busca la verdad. Cada una de éstas u otras tantas situaciones con las que arranca cualquiera de sus aventuras, es un pretexto para introducirnos a una situación de "desastre", de manera que toda la aventura consistirá en un intento de restauración del orden en este caos que se encuentra en la vida y en el mundo. [M. Legros] Esta fórmula que da pie al desarrollo de la trama, a la aventura y a la resolución del "problema", permite al lector contactar con la parte más humana del cómic.
Por su parte, S. Tisseron, considera que la androgínia y poca definición de la edad del personaje hace difícil identificarse con él, pero que para ello están el resto de personajes, a través de los cuales sí encontramos elementos de identificación. Tintín aglutina habilidades que todos admiramos, ingenio, curiosidad, valentía, honestidad, valores puros... las cuales provocan que todos se aglutinen a su alrededor, personajes ficticios y lectores.
Una lectura distinta para cada edad
Sabido es que Tintín es una fantástica lectura para niños de 7 a 77 años, y en cada etapa de la vida de un lector son distintos los elementos que más nos llaman la atención o apelan a nuestras emociones.
Los lectores más jóvenes focalizan gran parte de su interés en Milú, pero llega un día que ese interés se centra en el capitán Haddock, que no deja de ser un "Milú humanizado: tan peludo y tan negro como blanco es el perro" [S. Tisseron]. Hasta la aparición del capitán Haddock en 1941 en El cangrejo de las pinzas de oro, fue Milú quien cargó con la carga emocional y, a veces, cómica de las aventuras del reportero.
M. Legros considera que Hergé fue muy inteligente al "humanizar" a Milú, acercándolo como personaje al lector y conviertiéndole en alguien parecido y distinto a nosotros al mismo tiempo. Mientras Tintín tiene clarísimo a dónde va y qué es lo correcto, Milú tiene grandes dudas... "Todos tenemos en mente la imagen de Milú entre el ángel y el diablo. Esta tensión llega mucho al lector más joven y conmueve por su fidelidad." "La relación de Milú con la moralidad es la lucha entre el bien y el mal, mientras que Tintín encuentra la felicidad cumpliendo su deber, algo que mantiene una sutil distinción entre el hombre y el animal."
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Milú se enfrenta al dilema entre hacer lo correcto o lo placentero en "Tintín en el Tíbet" |
¿Fuente de cuestiones filosóficas?
Cuando una obra es suficientemente rica y hermosa, necesariamente se presta a una interpretación en términos filosóficos, haciéndonos capaces de relacionarla con preguntas fundamentales de la realidad. Un ejemplo claro lo vemos cuando los Dupondt están caminando por el desierto, hacen el mismo recorrido varias veces y se preguntan sobre la naturaleza de sus propias huellas." [S. Ortoli].
Tintín evoluciona con el tiempo en el que vive
Desde la primera hasta la última aventura, en un recorrido por gran parte del s.XX, Tintín muestra una curiosidad por las distintas culturas con las que entra en contacto. Si bien es cierto que entre la primera y la última aventura hay una gran evolución. Tintín en el Congo, por ejemplo, debe tomarse como un documento histórico en el que la diferencia entre el hombre blanco (el colonizador) y el hombre africano es abrumadora y la fractura es muy fuerte, ya que simplemente plantea que el hombre blanco lleva la civilización a otra tierra. Pero cuando llegamos a Tintín en el Tíbet esto ha cambiado por completo, ya que en esta aventura se muestra una cultura distinta con el respeto por la diferencia. En esta evolución Hergé muestra la humanidad de que cada cultura es portadora. [M.Legros]
Leer Tintín es terapéutico
"Hergé creó a partir de lo que él mismo era y vivía, a medida que él evolucionaba hacía que sus personajes hicieran lo mismo." [S.Tisseron] Por lo que podríamos pensar que su propia creación fue también su terapia, en algunos momentos.
Las aventuras de Tintín tienen la capacidad de hacer feliz a los lectores, aún cuando Hergé evoca contínuamente aspectos mucho más dramáticos. A menudo se dan situaciones difíciles que la misma historia consigue desdramatizar, como cuando Abdallah pone tinta en el arma de Muller. En cada álbum hay fuertes mensajes humanistas que nos llegan a través de personajes que aman la vida. [S.Tisseron]
M. Legros comenta que "Michel Serres considera que leer a Tintín es un regreso a uno mismo. Una gran corriente de la filosofía, la hermenéutica, afirma que es necesario atravesar el lenguaje, la cultura y el mundo para poder volver a uno mismo y comprender sus propios sentimientos. Gracias al lenguaje en primer lugar, pero también gracias a las grandes obras, aprendemos a entendernos a nosotros mismos. Tintín nos permite conocernos a través de sus actos y los de los distintos personajes con los que convive."
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